Los conductores defensivos-preventivos.
Son aquellos que además de haber aprendido con la práctica a desarrollar destrezas y habilidades se ocupan de conducir y hacer las cosas con responsabilidad y, sobre todo, con conocimientos. Por lo general se enfocan por aprender y poner en práctica lo aprendido para beneficio propio y de los demás usuarios de la vía. Se capacitan constantemente tomando cursos y están pendientes de las reglas de circulación, dispositivos para el control del tránsito y los cambios que se van generando en éstos. Siempre encuentran la causa de sus posibles errores en la conducción y por lo general los corrigen. Pocas veces necesitan buscar pretextos o culpables. ¿Qué se requiere para ser un buen conductor defensivo-preventivo?
- Capacitarse como tal, como conductor defensivo-preventivo.
- Conocer y aplicar en su conducción educación vial, leyes y reglamentos de tránsito.
- Conocer las funciones y condiciones de uso del vehículo.
- Conocer el funcionamiento elemental de los diferentes sistemas básicos del automóvil.
- Saber interpretar correctamente los instrumentos de medición y las señales de alarma audibles y de luces testigo del panel de control.
- Desarrollar destrezas y habilidades para conducir como un profesional defensivo-preventivo.
- Estar consciente de su estado psicofísico y saber cómo éste puede afectar su seguridad.
- Ser responsable de lo que se realiza y de sus actos anticipándose a sus propias acciones.
La persona que sólo “maneja” no tiene el nivel de compromiso de un conductor defensivo-preventivo, desconoce y no tiene las habilidades y conocimientos anteriores, son millones de personas que solo manejan sin ser conductores.